¿Por qué no bailáis? Historia previa - Josefina García Ryan

 

¿Por qué no bailáis? Historia previa

   Ya llevábamos más de 8 años juntos. Éramos ella y yo, después el resto. A los dos años de relación, nos mudamos juntos  aun a una pequeña casita. A los 3 años le propuse matrimonio. Casi a los 4, nos logramos casar, queríamos que toda la familia estará presente. A los 5 intentamos tener un bebé, pero sufrió un aborto natural. A los 6 lo mismo. A los 7 años volvió a pasar y para entonces ya habíamos atravesado dos episodios depresivos. El año que le siguió fue incluso peor. Habíamos recaído en el alcohol y las drogas, cada uno por su lado. Ya no nos hablábamos, no nos mirábamos, ni siquiera nos tocábamos. Vivíamos juntos pero nuestras almas ya no estaban presentes. Hablábamos para discutir.

   Un día, ella no volvió a casa tras salir a la mañana temprano. Se hicieron las 7, las 8, 10 de la noche, ninguna señal de vida. Sabía que podría tener una aventura. Me dolía mirar a nuestro disco de música favorito, me recordaba los viejos tiempos, cuando aún éramos felices. Pero todo eso no era más que recuerdos, un pasado bajo muchos escombros.

   Tres días. Tres noches. Ningún llamado, ni mensaje. Al cuarto día el teléfono sonó. Llamaban de la policía. Debía presentarme a reconocer un cuerpo que habían encontrado esa mañana, y el documento de la víctima tenía mi domicilio.

   Al parecer, la vida siempre puede ponerse peor. Temblé, sudé, lloré, todo. Tomé valor y me dirigí hacia allí.

   Exactamente, era ella. La mujer con la que en algún momento nos amábamos tan profundamente que nos prometimos “hasta que la muerte nos separe”. Y así fue, nos separó.

   Al parecer, le había dado una sobredosis, producto de la mezcla entre las drogas y el alcohol. Volví a casa muerto en vida, sólo me quedaba mí ya triste hogar.

   Tomé la decisión de que ya no quería más nada de todo eso. Saqué todo fuera de la casa. Todo. Muebles, cama televisión. No me quería quedar con nada.

   Una vez con todo fuera, me dirigí a comprar un buen whisky. Serían días duros, semanas, meses y años.